Este término procede de la fiesta celebrada en EEUU en
tiempos de Pascua, que consiste en esconder algunos huevos, previamente pintados
y decorados, para que los más pequeños jueguen a encontrarlos y comérselos.
Los easter eggs son unos mensajes ocultos (como una animación,
imagen o música), que encriptan los programadores en el código, ya sea de un
videojuego, de un programa, sistema operativo o app. No son añadidos a
posteriori mediante, un mod, plugin o DLC, vienen ya incorporados en el mismo
código fuente del software.
Suelen ser humorísticos y hacen referencias a otros juegos,
películas, noticias o programas. No suelen ser fáciles de encontrar, de ahí su origen
y exclusividad, están hechos para los usuarios o consumidores más atentos.
Se considera como el primer creador de Easter Eggs en
videojuegos, a Warren Robinett, un programador de Atari con un gran sentido del
humor, que en los años 70, cansado ya del escaso reconocimiento que estaba teniendo
su equipo de desarrolladores, quiso dejar su huella en el juego Adventure para
siempre, e introdujo su propio nombre en una habitación oculta de acceso
restringido a los jugadores más astutos
Esta práctica es muy común en el campo de la programación, de
hecho en buscadores que usas a diario como son google y Youtube, también la
usan, tan sólo tenéis que averiguar qué comandos o palabras los activan.
También detectamos esta práctica en sistemas operativos, como Linux, Mac OS X o el mismo Windows 10.
Como vemos no sólo se limitan a la informática, también los
hemos podido observar en otros campos, como el del cine, música o televisión.
Cambian la forma de implementarlos, por ejemplo en el cine,
los easter egg vienen de la mano, de una frase en concreto que hace referencia
a otra u otras películas; como por ejemplo Arnold Schwarzenegger que en los
Mercenarios 2, contesta a su típica frase de despedida de Terminator
(¡Volveré!) con un ¡He vuelto! También en el cine es muy común esconder algún
easter egg, en forma de objeto, imagen o cuadro repartidos estratégicamente por
el plano.
En la música por ejemplo, es muy común introducir una
canción inédita al final del disco, para aquellos que se queden escuchándolo
más allá del último tema que aparece oficialmente en la lista de canciones. O
también incluir algún dibujo o imagen que haga referencias a discos anteriores
o a alguna curiosidad de la banda o cantante
En definitiva es un buen ejercicio para todos aquellos
programadores que intentan llamar la atención, reivindicar algún asunto, dar un
descanso a su trabajo, calmar sus nervios o frustración y en especial para
dejar una huella imborrable y oculta entre el contenido original de una obra
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